Cada vez que preparo este delicioso pan de calabacín, me recuerda a esos cálidos domingos familiares en los que la cocina olía a cosas buenas. ¡El aroma me transporta a esos momentos de convivencia donde todos nos sentábamos alrededor de la mesa a disfrutar! Estoy segura de que, cuando lo prepares, sentirás la misma calidez y confort que yo cada vez que comparto esta receta especial.
Cómo preparar Pan de Calabacín
Ingredientes:
- 1 ¾ tazas de harina de trigo: Es la base de nuestro pan, le dará esa textura esponjosa que tanto amamos.
- 2 cucharaditas de canela en polvo: Aporta un toque cálido y nostálgico. Me encanta sentir su fragancia mientras hornea.
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio: Fundamental para que nuestro pan suba y quede bien esponjoso.
- ½ cucharadita de polvo para hornear: Ayuda a la levadura, asegurando una textura perfecta.
- ½ cucharadita de sal: Realza todos los sabores y equilibra la dulzura.
- ⅔ taza de aceite vegetal: Le dará humedad a nuestro pan, asegurando que no quede seco.
- 1 taza de azúcar: Este será el punto dulce que hará que cada bocado sea una delicia.
- 2 huevos grandes (a temperatura ambiente): Los huevos son clave para dar estructura y enriquecer nuestra masa.
- 2 cucharaditas deExtracto de vainilla: Un toque aromático que complementa maravillosamente el azúcar y la canela.
- 1 ½ tazas de calabacín rallado: Aquí es donde entra la estrella de nuestra receta, ¡abundancia de frescura!
- 1 taza de nueces o pecanas picadas (opcional): Aportan un sabor y una textura crujiente que me encanta.
Nota personal: Me encanta agregar un poco de nuez moscada junto con la canela; le da una profundidad de sabor que es simplemente irresistible.
Pasos para la preparación
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Precalienta el horno a 350 grados Fahrenheit (180 grados Celsius). Es clave para asegurarte de que el pan se hornee de manera uniforme.
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Engrasa bien un molde para pan de 9×5 pulgadas. Puedes usar mantequilla o aceite; esto evitará que el pan se pegue.
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En un tazón mediano, mezcla la harina, canela, bicarbonato de sodio, polvo de hornear y sal. Whisk hasta que estén bien combinados. Esto asegurará que los ingredientes secos estén bien distribuidos y le dará a nuestro pan una textura ligera.
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En un tazón grande, bate el aceite, azúcar, huevos y extracto de vainilla. Debe verse suave y cremoso. ¡Me encanta cómo los colores se mezclan de forma tan hermosa!
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Agrega el calabacín rallado a la mezcla húmeda. Esto no solo aporta sabor, sino que también le da una humedad increíble al pan. ¡No te preocupes por el sabor, se mezcla perfectamente!
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Ahora, poco a poco, incorpora los ingredientes secos a la mezcla húmeda. Hazlo en varias partes, removiendo suavemente con una espátula. Solo mezcla hasta que todo esté combinado; no querrás sobre mezclarlo.
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Si decides usar nueces o pecanas, es el momento de incorporarlas. ¡No puedo resistirme a la textura crujiente que añaden!
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Vierte la mezcla en el molde previamente engrasado y alisa la parte superior con una espátula. Verás cómo la mezcla brilla, y te hará agua la boca.
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Hornea durante 50-60 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio o con unas pocas migajas húmedas. ¡Es el mejor momento, el aroma comenzará a llenar tu cocina!
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Una vez que esté listo, saca el pan del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10-15 minutos. Luego, cuidadosamente invierte el pan sobre una rejilla para que enfríe completamente. ¡La paciencia aquí vale la pena!
Por qué me encanta preparar este platillo:
Este pan de calabacín no solo es delicioso, sino que también es una forma maravillosa de aprovechar esos calabacines frescos que crecen en mi jardín. Cada vez que lo horneo, me siento conectada con la tierra y con los recuerdos de compartir la comida con mis seres queridos. Cada bocado es como un abrazo cálido, lleno de cariño y dedicación. Es un platillo que ha cruzado generaciones en mi familia y ahora deseo que tú también lo disfrutes.
Qué necesitarás:
Además de los ingredientes, necesitarás un buen tazón para mezclar, un batidor, y un molde para pan. Si prefieres, también puedes usar moldes pequeños para hacer mini panes, ¡son perfectos para compartir!
Consejos para mejores resultados:
- Asegúrate de exprimir el exceso de agua del calabacín antes de añadirlo a la mezcla. Esto ayudará a que el pan no quede demasiado húmedo.
- Si deseas un pan más dulce, podrías añadir un poco más de azúcar o incluso un toque de miel.
Sugerencias para servir:
Este pan es ideal para disfrutar solo, pero también puedes acompañarlo con un poco de mantequilla o mermelada casera. Me encanta servirlo con un té caliente, ¡es un deleite!
Qué hacer con las sobras:
Si te sobra pan (aunque dudo que eso suceda), guárdalo en un recipiente hermético a temperatura ambiente. También lo puedes congelar; solo asegúrate de envolverlo bien en papel film. Cuando desees disfrutarlo, simplemente caliéntalo un poco en el horno. Me encanta calentar las sobras en el horno para que no pierdan textura, ¡es como comerlo recién hecho!
Preguntas Frecuentes:
¿Puedo usar calabacín amarillo en lugar de verde? "¡Por supuesto! Ambos funcionan genial y el color amarillo le dará un aspecto más vibrante."
¿Puedo hacer la mezcla la noche anterior? "Sí, pero no te recomiendo que mezcles los ingredientes secos con los húmedos hasta que estés lista para hornear, ya que eso ayuda a que el pan suba bien."
¿Es necesario agregar nueces? "No, pero ¡te animo a que lo pruebes! Le dan un sabor y textura increíbles. Sin embargo, puede ser delicioso también sin ellas."
Este pan de calabacín se ha convertido en un favorito en mi casa, y estoy emocionada de que lo pruebes. Estoy segura de que te encantará tanto como a mí. ¡Cuéntame cómo te quedó y si tu familia pide repetir, como sucede en mi caso cada vez!